En algunos sectores de la industria se ha recurrido a la llamada cosmética natural, que si bien no implica las pruebas en animales ni tratos crueles, sí implica el aprovechamiento de ingredientes de origen animal. Tal es el caso de la cera de abeja, la lanolina, la elastina, el própolis y el ácido hialurónico. La cosmética natural es sin duda un avance sobre la cosmética industrial en cuanto al cuidado del medio ambiente, pero sigue generando un impacto que dificulta tener productos cosméticos que sean realmente sustentables.
Una opción más amigable con la naturaleza es la cosmética vegana, que es parte de un movimiento más amplio conocido como veganismo. Al contrario de lo que mucha gente piensa, el veganismo no se trata solo de alimentación, se trata de una filosofía aplicada a todos los ámbitos de la vida, incluidos el vestido y el cuidado personal. Para encajar en esta filosofía la cosmética vegana se basa principalmente en ingredientes de origen vegetal y mineral.
Quizá la ventaja más grande de la cosmética vegana es que, por el origen natural de sus ingredientes, es ideal para aplicar en las pieles más sensibles. Además, las sustancias activas de los ingredientes vegetales suelen tener efectos más duraderos que aquellos de origen animal o industrial. A esto se suman todas las propiedades benéficas identificadas por la medicina herbolaria para el cuidado general de la salud. Otra gran ventaja es que los ingredientes de la cosmética vegana no requieren mucho procesamiento, lo cual significa que estos productos son más accesibles que los cosméticos tradicionales o de grandes marcas.
En Hortú somos conscientes de que nuestras acciones y hábitos de consumo no solo definen nuestras vidas, sino las de las futuras generaciones. Sabemos también, por ejemplo, que tener una buena alimentación y lucir bien sin afectar al medio ambiente es posible si elegimos los productos adecuados. Es por eso que en nuestra tienda podrás encontrar una gran variedad de cosméticos veganos, desde jabones y cremas corporales hasta exfoliantes y mascarillas para el cuidado facial. Después de todo, la belleza humana no tiene por qué estar peleada con la naturaleza.